"si no fuera por los niños, ya no estaríamos juntos"
"siempre quisimos tener un varón, pero..."
¿Quién no ha oído frases así? Estas expresiones nos indican algo fundamental: la historia de los hijos de esas personas está parcialmente escrita ya antes de su nacimiento. Acontecimientos, situaciones y deseos que el bebé que va a nacer no puede cambiar constituyen, sin embargo, el "érase una vez...", el inicio del cuento de su propia vida.
Todo aquel que desee acercarse al complejo mundo de la psicología infantil deberá prestar atención a cualquier acontecimiento, real o imaginario, que acompañe la biografía de un niño.
En la vida del niño confluyen muchos factores preexistentes que van a condicionar en gran parte su futuro.
Primer Trimestre: incertidumbre y ansiedad
La ilusión por la maternidad no impide que en el primer momento de la gestación los temores y la ansiedad dominen en el ánimo de la gestante.
El malestar y los síntomas físicos, como las náuseas, el vómito y las disfunciones intestinales, desaparecerán dentro del primer trimestre. Una mayor persistencia o intenidad revelarán la existencia de graves conflictos internos en la embarazada.
Segundo Trimestre: tranquilidad y bienestar
La ilusión con que la mujer se entrega a los primeros preparativos para la venida del niño es basante indicativa del grado en que acepta y desea al hijo. En estos momentos, la futura madre procurará interesar más al padre en la gestación.
Este trimestre es el de la serenidad; lo cual no impide que los movimientos cada vez más intensos del feto y los cambios en el aspecto físco de la mujr provoquen en ellas algunos momentos de verdadera inquietud.
Tercer trimestre: el parto y la separación del hijo
Los movimientos que el feto realiza hacia el final del séptimo mes, para colocar la cabeza a la entrada del canal del parto, provoan en la madre inquietud y temor.
Este trimestre se caracteriza, en el plano psicológico, por el temor al momento del parto y la idea de la separación-pérdida del hijo, agravado todo ello por las fantasías sobre la proia muerte que difícilmente puede evitar la gestante. Si estos conflictos revisten mucha intensidad o se agravan con otros problemas ajenos a la gestción, pueden prvocar la expulsión prematura del feto.
Tomado de: ENCICLOPEDIA DE PEDAGOGÍA Y PSICOLOGÍA INFANTIL
1 comentario:
me parece muy interesante
pero ... me gustaria que pongas más información sobre estimulación temprana
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